ACOMPAÑAMIENTO TELEFÓNICO

I - Justificación

Los cambios demográficos ocurridos en Costa Rica en los últimos años, tienen un impacto importante en su estructura poblacional. La pirámide poblacional de acuerdo con el Estudio del Estado de la Nación del 2014, (Estado de la Nación 2014) nos dice que único grupo poblacional que creció a partir del inicio del siglo XX fue el de las personas adultas mayores.

Algunas consecuencias son evidentes. De acuerdo con el Primer Informe del Estado de Situación de la Persona Adulta Mayor realizado en el año 2008 por la Universidad de Costa Rica (UCR) y el Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (CONAPAM), las personas de 80 y más años tienen mayores necesidades de atención de salud y al dejar de trabajar activamente, dependen de sus ahorros (pensiones contributivas u otra forma), del apoyo de la familia o de las transferencias del gobierno. Esta situación los ponen en un estado de desventaja importante, ya que la mayoría necesita de ayuda económica para vivir una vida digna.

No se registran datos exactos de la cantidad de personas adultas mayores que se encuentran en la etapa terminal de la vida, sin embargo datos del Equipo de Cuidados Paliativos el Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología refieren que atienden aproximadamente 1000 personas al año, las cuales visitan en sus casas de habitación y aproximadamente en un 70% se encuentran en condiciones de pobreza.

Debido a que la mayoría de estas personas vivieron épocas de exceso de trabajo, alimentación deficitaria, condiciones inadecuadas de vivienda y por su propia edad, presentan al llegar a la vejez, enfermedades crónicas incapacitantes, por lo que se hace necesario, al tener ingresos muy bajos, ofrecer a estas y los familiares que los atienden, atención física, psicológica y social que los ayuden a superar sus medios de subsistencia.

Existen necesidades urgentes para mejorar la calidad de vida de las personas adultas mayores que se encuentran en el final de la vida. Uno de estos recursos necesarios y que mejorarían sus condiciones de vida, son los pañales desechables, ya que en muchas ocasiones las personas que los cuidan, la mayoría mujeres (esposas también adultas mayores, hijas, hermanas), se ven necesitadas de lavar y desinfectar paños y otras telas, muchas veces inapropiadas, para mantener a sus familiares secos y en condiciones higiénicas adecuadas.

II - Misión de la fundación

La misión de la Fundación Partir con Dignidad consiste en “Proveer cuidados paliativos con altos estándares de calidad a los adultos mayores con enfermedades avanzadas que requieren un abordaje y manejo paliativos en fase terminal y sus familias, con el fin de buscar activamente que cada persona pueda mantener su dignidad al final de la vida.”

Dentro de esta misión y tomando en cuenta los objetivos estratégicos, es que se presenta este proyecto, dirigido a conseguir recursos especialmente importantes en personas que se encuentran bajo la línea de pobreza.

III - Objetivos del proyecto

Brindar las condiciones adecuadas a las personas adultas mayores con enfermedades avanzadas o en fase terminal, suministrándoles atención telefónica para consultas de urgencia médica, ayudando así a mejorar su calidad de vida.

IV - Estrategias

Brindar consulta telefónica durante las 24 horas, todo el año, a nuestros pacientes y sus familiares.

V - Presupuestos

De los 1000 pacientes que fueron atendidos por el programa de visitas domiciliares del Hospital Nacional de Geriatría en el 2015, el 90 % (900 adultos mayores) tiene una discapacidad severa y sus dependientes en sus actividades básicas de la vida diaria.

Se considera que cada pañal comprado al por mayor con descuento, según una marca distribuida en Costa Rica es de 500 colones.

Si tenemos un promedio de 900 personas al año y considerando que cada paciente utilizaría un promedio de 3 pañales al día, el total de pañales por año será de 985500 mil pañales al año para la población atendida y 1095 pañales por paciente.

El presupuesto anual total será 492.750.000 colones para toda la población y 547500 colones por paciente al año. Este patrocinio anual puede ser aportado por el donante mensualmente.

VI - Bibliografía